lunes, 30 de junio de 2008

Insurrección

Para bien de nuestro pueblo y de la humanidad, siguen germinando procesos insurreccionales en toda nuestra América. Muy a pesar, del imperio y sus lacayos en la región, que insisten en su pretensión de engañar y ejercer control sobre las grandes masas populares, no para defender la democracia, la dignidad, la justicia social, la paz, sino para impedir que los pueblos asuman el control de sus propiedades comunes, recursos naturales, tierra, vivienda, educación gratuita, salud y empleo digno.

Han sido innumerables las maniobras de guerra sucia aplicadas a través de la historia que jamás se borraran de la mente de nuestro pueblo. Desde el asesinato de los líderes de la insurrección comunera, Manuela Beltrán y José Antonio Galán; el rechazo posterior de la patria boba a los ideales altruistas que orientaron el movimiento insurreccional y heroico del libertador Bolívar; la masacre lusgo de la protesta de los obreros de las bananeras de Ciénaga, Magdalena; el magnicidio del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán y la masacre de 300.000 compatriotas en la mal llamada violencia bipartidista; la masacre de los estudiantes en Bogotá; la agresión a los campesinos en Marquetalia (Tolima); el genocidio de la Unión Patriótica, y los asesinatos selectivos de sindicalistas, profesores, campesinos, estudiantes, etc; la extradición de compatriotas, la supuesta negociación con los paramilitares que más bien es la legalización de estas hordas de asesinos que continúan sembrando terror y muerte en todo el territorio nacional.

Después de resistir tanta crueldad creemos que el tránsito a una sociedad sin clases sólo será posible cuando la clase trabajadora conquiste el poder de las estructuras económicas y políticas, y eso será posible mediante la insurrección del pueblo. De modo que es urgente imponer la unidad de las grandes mayorías, la unidad del pueblo, pero sobre todo la unidad de la lucha insurreccional para construir nuestro futuro y una patria amable, justa y en paz.

No hay comentarios: