lunes, 30 de junio de 2008

El ocaso internacional de Uribe

Como consecuencia de la invasión ominosa de los mercenarios al servicio del narco-estado burgués colombiano, para cometer el magnicidio del comandante Raúl Reyes y los investigadores sociales de los movimientos progresistas internacionales, a la hermana República del Ecuador, los presidentes de los tres países de una manera bizarra, digna y decorosa, rompieron relaciones con el gobierno del genuflexo e hiperbólico Uribe Vélez, morigerando de esta manera su actitud.

La solidaridad de los países progresistas con la Organización es un envite en nuestra lucha reivindicativa. Con la presencia, participación y compromiso de los países iberoamericanos en el Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana en Ecuador, se demuestra el liderazgo persuasivo del camarada Raúl Reyes en los enfoques de contingencia y situaciones y en la lucubración de las relaciones diplomáticas con los movimientos progresistas de izquierda.

El sátrapa, obtuso, de Uribe, utilizando las tácticas recomendadas por sus asesores, inicio una cruzada guerrerista con disfraz de diplomacia de choque, partiendo de premisas como acusaciones, amenazas y posibles demandas a los Presidentes Correa y Chávez. Efecto bumeráng. El régimen colombiano fue quien invadió y masacró a los investigadores sociales extranjeros. Ya vendrán las demandas en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y los tributadores del país, a pagar los excesos.

Llegó Uribe irascible, etéreo, a la Cumbre de Río, donde, con sapiencia, le demostraron que está actuando como el Israel de América. El pronunciamiento final o acta de la reunión fue un total desastre para las pretensiones del Estado colombiano, al no conseguir su objetivo abyecto, maligno, de que declarararan a un movimiento insurgente y con principios altruistas, como organización terrorista.

Adenda: Cuándo el pueblo colombiano se va a despertar de este letargo e hibernación. La patria que tanto nos duele parece un enclave gringo.

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