NUESTRO CHOCO (Crónica parte I)

Para hablar del Chocó de hoy, y entender el Chocó del mañana; hay que hablar necesariamente del Chocó de ayer. Antes que los españoles llegaran a estas tierras con el cuento de “descubridores” ya nuestros indígenas tenían su orden económico, social, cultural y religioso.
Ellos tenían su propia teoría de la creación del universo y de todo lo que en él habita, el Dios de los dioses es Amkare, también llamado Dechizeze. Este dios para probar la inteligencia de su hijo, Caragabi, le dio la orden de hacer algo importante que lo congraciara, fue así como Caragabi viajó entre la niebla hasta que sintió cansancio, para
descansar creó la tierra, y para recostarse creó el primer árbol de Genené; luego sintió sed y creó el agua, después de descansar en la raíz del árbol se dispuso a recorrer la tierra; como todo era oscuridad creó el sol, las estrellas, los planetas y todo lo que el hombre ha visto hasta ahora. Un dios maldadoso que lo espiaba le escondió el agua; este era Censará, de muy mal humor. Caragabí creó el ave mosca y la mandó a buscar el agua y, después de un largo viaje, descubrió que estaba escondida detrás del árbol de Genené; Caragabi al darse cuenta que lo espiaban decidió tumbar el árbol y de su tronco hizo los mares, de sus brazos los ríos y de sus ramas las quebradas, sólo dejó una astilla y de ella hizo un bordón, así mismo creó los bosques y los animales. Luego creó al Embera (indio) y que en su lengua quiere decir gente, nombró al primer guía espiritual (Jaibana) y le entregó su bordón como basto de mando y, hecho esto, Caragabí regresó al seno de su hogar.
La diosa Dodaibe, enterada de lo que había hecho Caragabí viajó a la tierra y le enseñó a la mujer Embera a cuidar y amar al hombre, a cuidar a sus hijos, a tejer y cocinar y, les bendijo el vientre para que tuvieran muchos hijos. Luego Dodaibe subió al monte León hoy llamado (cara de perro) y se fue a su reino.
Los indígenas aquí vivían de la pesca, la caza y la agricultura; trabajaban el oro para hacer sus adornos religiosos. También practicaban el trueque entre pueblos, los indígenas tenían un tejido de caminos que les permitía llevar sus productos en forma rápida y ágil a distintos lugares, se conocen caminos que conectan al Chocó con Centroamérica, Ecuador, Perú y con lo que hoy es Brasil.
Ellos aquí no conocían la plusvalía, ni la explotación del hombre por el hombre; vivían en armonía con la naturaleza y cuando se daban algunas confrontaciones eran de carácter religioso. Esta sociedad era un verdadero comunismo aborigen basado en la equidad y la justicia. Lo que hoy se conoce como el Chocó departamento y el Urabá chocoano, estaba poblado y organizado de la siguiente manera: el rey Panca gobernaba lo que hoy es la república de Panamá en el pacífico, en el Atlántico gobernaba Careta, Comagre, Nicuesa y Cemacó, en las bocas del río Atrato (Tarema) gobernaba el cacique Dobaibe. Ya en las riveras del río Atrato se ubicaba Guaseba y Quibdo, hoy nombre de la capital del departamento; en lo que se conoce como el occidente medio, estaba gobernado por el cacique Tone hoy municipio de Urrao, Buritacá lo que es hoy municipio que lleva su nombre; más hacia el norte gobernaba Juan Morrango y Koyara. Todos estos pueblos y reinos estaban ubicados en la costa del Atlántico y sobre los principales ríos con el Atrato y el Cauca.
Al llegar los primeros españoles a estas tierras al primero que atacaron fue al cacique Nicuesa y allí fundaron la primera ciudad que bautizaron con el nombre de Santa María la antigua. Los españoles comenzaron a tomar por asalto a todos los pueblos aborígenes hasta someterlos, a unos por la fuerza y a otros con engaño, como sucedió con Careta que como amistad le entregó al español Balboa su hija la princesa Anayanci, Comagre le entrega a Balboa cerca de cinco mil castellanos en oro y le ofrece a su hijo Panquiaco como guía para atacar al rey Ponca y así dominar la costa del mar pacífico. Cemaco fue el único indígena que libró batallas por más de dos años, fue asesinado por los indígenas que estaban al servicio de los españoles.
En nuestra cuarta edición divulgaremos la segunda parte de NUESTRO CHOCO.